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Me llamo Rafa Ruiz. Soy guionista e intento ser director de cine. Soy una persona que ha crecido en los 90. Tengo demasiados pensamientos en la cabeza, y quiero compartirlos con vosotros y a la vez conocer los vuestros. El arte se crea entre todos

miércoles, 23 de noviembre de 2011

RELATOS CORTOS (V) : ALGO MÁS


Set tardó en llegar a Los Lagos menos que el autobús. Sabía que aquel hombre tenía más información sobre el asesinato que el, pero en ningún momento pensó que estuviera implicado. Mientras no llegaba, pensaba en como abordarle sutilmente para que éste no se asustara y se cerrara en banda.
Pasaron pocos minutos hasta que Set vio como se acercaba el autocar amarillo. Le dio el alto y se identificó. El conductor abrió la puerta trasera. Apenas había viajeros, así que al detective Artur le fue fácil encontrar a su sospechoso. Lo sacó a trompicones.

-Yo no se nada ¡Lo juro!- Dijo aquel hombre.
-Pues no es lo que parece. ¿Si no sabe nada por qué escapa? Yo diría que sabe más de lo que dice- Le increpó el detective -¿Cual es su nombre?-
-Jairo Souto- Le contestó.
-Bien Jairo, ¿me va a contar lo que ha visto?-  
-Vale, pero yo no tengo nada que ver- Se quedó pensativo unos segundos- Eran las 12 de la noche. Me acuerdo perfectamente porque na más salir del “Rajoy”, un bar cerca del allí, empecé a oír las campanadas de la catedral. Miré hacia el centro de la plaza y entonces vi a un hombre tirado, mientras otro parecía que lo estaba....destripando. Había bebido, así que pensé que podía ser que mis ojos me engañaran. Cuando levanté la vista otra vez, escuché un disparo. El malo escapó y fue entonces cuando llegó ella. Una chiquilla de muy buen ver, que se postró ante el cadáver. El resto creo que ya lo sabe.- Jairo parecía aliviado al haberlo contado.
-¿Como era el atacante?-
-Estaba lejos y no lo vi con claridad. Todos los datos que le puedo dar son imprecisos- Contestó.
-Bien, ¿me podrías describir a aquella chica? - Le preguntó Set.
-Era joven. No llegaría a los veinte. Su pelo era oscuro y algo ondulado. Llevaba un abrigo rojo y unos pantalones blancos.-
-¿Algo más?-
-Una carpeta, un paraguas, un bolso... Detalles, cosas que lleva cualquier chica, detective Artur- Contestó complaciente.
A Set se le había olvidado por completo que Jairo conocía su nombre.- ¿Como sabe mí....?-
-¿Nombre? Detective, aún hay gente que lee el periódico. ¿Puedo irme ya?-
-Si, pero a comisaría y conmigo. Aún debemos hacerle más preguntas-
Jairo se empezaba a inquietar. -¿No puede hacerme las peguntas aquí?-
-No solemos facilitarles las cosas a la gente que no colabora- Set intentaba poner al testigo más nervioso, y lo estaba consiguiendo.
-Pe...pero si ya le he contado todo lo que he visto-
-Entonces, ¿Como le explico a mi jefe que un hombre medio borracho no es capaz de darnos algún dato sobre el atacante pero si de distinguir a cincuenta metros una carpeta de la universidad? Dígamelo ¡porque a mi me da la risa! Es más, se lo dirá usted mismo- fue entonces cuando sacó las esposas.
Jairo empezó a respirar con dificultad. -Después del disparo, el asesino cogió los papeles que había dentro de la carpeta y se fue. Luego esperé a que se fuera la chica y me acerqué para ver quien era el muerto, pero estaba completamente desfigurado. Me costó aguantar el vómito. Entonces me fui a mi casa, pero era incapaz de dormir, así que volví. La policía cubría ya la zona. ¡Le juro por mi hija que no miento!- Gritó mientras besaba un camafeo que llevaba en el cuello- Déjeme ir, no me baje pal cuartel- Le suplicó poniendo buena cara.
-Si, y la próxima vez que le persiga un poli, no monte este numerito.- Le advirtió.
-Lo siento. Por un momento creí que querrían cargarme el muerto.-
-Bueno, primero investigaremos un poco y si no descubrimos nada, quizás lo hagamos.-
Jairo esbozó un gesto asustado, pero no dijo nada.
-Era broma.- Aclaró el detective. -De todos modos, es usted nuestro único testigo, así que no se vaya de la ciudad y manténgase localizable. Tome, aquí tiene mi tarjeta; para cualquier cosa que recuerde.-

El hombre comenzó a caminar, y el detective Set Artur se quedó solo en aquel remoto páramo verde en las entrañas del único monte que rodeaba la ciudad. Sacaba conclusiones y volvía a farfullar palabras inconexas a las que solo el sabía dar significado.
Tenía a un testigo que lo había visto todo y que no decía nada. Aunque sabía que había algo que se guardaba. -Decir verdades a medias no es mentir, pero si las cuentas es porque escondes algo. ¿Que escondes Jairo?- Set se proponía descubrirlo.
Llamó a Marque y se puso manos a la obra.

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