CINE, TV, LITERATURA, MÚSICA...tu opinión cuenta

Me llamo Rafa Ruiz. Soy guionista e intento ser director de cine. Soy una persona que ha crecido en los 90. Tengo demasiados pensamientos en la cabeza, y quiero compartirlos con vosotros y a la vez conocer los vuestros. El arte se crea entre todos

lunes, 7 de noviembre de 2011

EL PROBLEMA DE LAS DIMENSIONES

Hace años que mantengo una disputa con uno de mis mejores amigos, una de esas personas a las que le gusta opinar de todo, y muchas veces sin pensar lo que dice. A mi eso no me importa, ya que me encanta intentar hacer entrar en razón a las ovejas descarriadas. Pero al final va a pasar a la inversa, y eso no me hace ni puta gracia.
Todo empezó hace aproximadamente dos años, con el estreno de Avatar en 3D. Para empezar diré que no me gusta el 3D en el cine. Se ha de amoldar la composición de plano y el montaje de tu película, cosa que no me parece adecuada, ya que se supedita todo lo pensado, a una técnica. Un plano ha de aguantar como mínimo 2 segundos y medio para conseguir que el efecto se perciba en el espectador, por poner solo un ejemplo. Con esta pequeña apreciación, deberíais huir de cualquier película que no se haya hecho pensando en este formato y se haya tresdéizado a posteriori. Furia de titanes por ejemplo. No quiero pensar en la cara con la que salieron del cine los que pagaron su entrada 3D.
Que conste, que dentro de la industria del blockbuster, el 3D es una herramienta suculenta, siempre y cuando esté en buenas manos. Una película visualmente impactante, con un 3D adecuado puede hacer que te fusiones con la butaca hasta el punto de no saber cuál es cuál. Yo solo he visto dos películas en este formato, y ambas me gustaron mucho, con un 3D que se percibe pero no molesta, que impacta pero no despista. Los mundos de Coraline y la última entrega de Harry Potter me han parecido dos claros ejemplos de cómo utilizar el formatos de muy diferentes formas. Ambas brillantes, pero al fin y al cabo, son productos destinados a un público familiar. Otro género más dado al formato tridimensional, es el terror. Piraña 3D es divertida y paródica. Y su secuela, Piraña 3DD, promete ser lo mismo, pero más. Este género en formato tridimensional encuentra su consumidor potencial en público juvenil.
Lo que yo le argumentaba a mi amigo, es que el cine en 3D siempre estaría dirigido a este tipo de espectador y que no lo veía viable en un tipo de cine más adulto, pero empiezo a cuestionarme seriamente esa idea, sobre todo a raíz de los nuevos trabajos de Scorsese y Coppola. Reconozco abiertamente que soy más fan del primero que del segundo, y es que creo que Coppola vive de rentas, al igual que otros grandes directores o actores.
Mi querido Scorsese estrena estas navidades The invention of Hugo Cabret 3D, que en este momento tiene dos trailers de estilo muy diferente: uno muy familiar y otro muy Scorsese, más oscuro. Pero al fin y al cabo, la película está protagonizada por dos niños, y un robot y con su estreno en fechas navideñas.

Coppola estrena Twixt 3D, película de terror, y que según me han dicho los que la han podido ver, es simplemente horrible, cosa que ha despertado en mi unas ganas de verla que anteriormente no tenía, porque no me creo que al director de El padrino se haya olvidado de hacer cine.

Creo que finalmente no le daré la razón a mi amigo. Aunque estas cintas no son blockbusters, detrás de ellas se encuentran verdaderos maestros del séptimo arte, una es una película familiar y la otra una de miedo. Mire por dónde se mire. El día que Woody Allen pruebe el 3D volveré a planteármelo, y seguramente encuentre alguna forma de autoconvencerme de que el formato 3D no es el apropiado para el cine, de que es una moda pasajera como la de las gafas de cartón con papel de celofán azul y rojo. Quizás tenga esta misma reflexión mañana mientras esté en el cine viendo Tintín. En 3D, como no.



3 comentarios:

  1. Cuando empezaron a salir las películas en tres dimensiones yo fui de los primeros en querer ir a verlas por aquello de la innovación. Me llamó la atención con Avatar que salí con dolor de cabeza (y de furia de Titanes con cara de gilipollas pero eso fue por otra cosa). Después me pasó con algunas otras (no con todas) y me dio que pensar que eso de jugar con la forma en la que el cerebro ve las cosas no debe ser bueno.

    Ahí es donde opino que fracasará el 3D aparte de lo que comentas y del propio precio (aunque parece que en algunas salas lo han rebajado) porque ya empiezan a aflorar los primeros estudios sobre los efectos perjudiciales de las tres dimensiones:

    http://www.impre.com/la-gente-dice/viewArticle.action?articleId=281474978857063

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias en primer lugar por dar tu opinión. Yo no soy partidario del 3D, pero si se utiliza bien, y consiguiendo que aporte algo al film, no me importa pagarlo. Eso haré mañana con Tintín.

    ResponderEliminar
  3. Como decís, si aporta algo, está bien usarlo, si sólo es el reclamo para cobrar más... pues como que no... de hecho esto último se va a hacer en las de Star wars, de la cúal ya vi el primer trailer en 3d y bfffffff, menuda cagada va a salir... ya lo comprobarás mañana antes de Tintín!

    ResponderEliminar