Cuando están bien son: enérgicos, eficientes, optimistas, laboriosos, emprendedores, prácticos, responsables, delegadores y competentes.
Cuando están mal son: egocéntricos, pretenciosos, vanidosos, superficiales, vengativos, competitivos en exceso, defensivos, embusteros, oportunistas.
Los ejecutantes son seguros y constantes. En su vida social buscan el prestigio.
Fragmento extraído de El Eneagrama, de Renee Baron y Elizabeth Wagele
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