Cuando están bien son: cariñosos, afectuosos, adaptables, generosos, entusiastas, agradecidos, perceptivos, expresivos y amistosos.
Cuando están mal son: evasivos, demasiado demostrativos, autoritarios, dominantes, insinceros, se hacen el mártir, manipuladores e histéricos.
Los serviciales son autoconservadores. No les gusta que otros consigan privilegios que, a sus ojos, no merecen. En las relaciones sentimentales son perseverantes y seductores. En el ámbito social son ambiciosos.
Fragmento extraído de El Eneagrama, de Renee Baron y Elizabeth Wagele
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