Todos tenemos algo que no soportaríamos perder. Puede ser un recuerdo, un tesoro, incluso una persona. Pero los humanos somos torpes y descuidados y tarde o temprano, por nuestra culpa o por accidente, lo dejamos escapar. Es entonces cuando entramos en una etapa convulsa. Negación, ira, duda, remordimientos... Por la cabeza se nos pasan todos esos "y si..." que antes no tenían cabida en ella.
Pero es algo muy propio del ser humano el evitar pasar página. Nos parece imposible seguir caminando hacia delante sin echar un vistazo atrás y recordar todo lo que perdimos. Y eso en ocasiones nos da fuerza, pero otras muchas únicamente nostalgia y dolor. Es entonces cuando nos damos cuenta de que necesitamos a toda costa reemplazar ese vacío. El problema es que en ocasiones, nunca se consigue.
El arte esta en encontrar dentro de nosotros mismos algo que llene ese vacío, que aleje esa nostalgia, aunque en la mayoría de los casos nos tenemos que conformar con sacudir la cabeza y alejar los tristes pensamientos. :)
ResponderEliminarlo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho así..
ResponderEliminarpensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría.
la vida no es una montaña dura en el ascenso y relajada en la bajada, es un juego de equilibrios en la cual hacemos lo imposible para hacer las cosas posibles. La zona de confort no es la meta, es luz verde para ponerse en movimiento ¡ya!
No debemos olvidar que en todo proyecto sea cual sea su naturaleza no tiene final, el final solo significa el abandono de este, es lo que ocurre cuando dejamos de creer en hacer los deseos posibles.